domingo, octubre 21, 2007

Días de Tele

Algo que tenemos en común todos los nacidos en la generación de los 70 y 80, son las horas que nos pasamos enfrente del televisor mirando series de dibujos animados. Solo había 4 o 5 canales, y la programación estaba mucho más enfocada a los niños que en la actualidad.

En ella vimos grandes series como Oliver y Bengi, Los Trotamusicos, Juana y Sergio, Isidoro, Caballeros del Zodiaco, Heidi, Los Fruitis, Mazinger Z, o Los Aurones. Pero lo que realmente recordamos de ellas no son sus argumentos, sino sus grandes canciones. Estas, que ha pasar de los años que han pasado, aún las tenemos grabadas en nuestra memoria. Que levante la mano el que algún día con sus amigos no se haya pasando una tarde tomando cervezas y cantando a pleno pulmón estas entrañables canciones.

Y todos nos preguntamos, ¿Qué es lo que tenían esas canciones que las hacen tan diferentes a las de los dibujos de hoy en día?

Uno de los motivos principales es que antaño el negocio de las sintonías de tve movían cantidades astronómicas en el mercado discográfico. Pero esto se acabó, y a finales de los 80 dejaron de componerse canciones originales para adaptar simplemente la canción original que venia de serie.

Pero, ¿Quién componía estas canciones?

La década de los 80 fue el auge de grupos infantiles, los cuales, aprovechando su filón, cantaban la mayoría de las sintonías de los dibujos emitidos en ese momento. Eran grupos como Parchis (Comando G, Érase una vez el Espacio) los hermanos Popita (Dartacán y los 3 mosqueperros), los rubios Nins (Sherlock Holmes) o Los Dulces (con la genial Dragones y Mazmorras).

Estas canciones y muchas otras fueron compuestas por gente de renombre, como el polifacético Emilio Aragón (que nos dejó delicias como La Aldea del Arce o Los Ewoks). El exitoso grupo Mocedades también se subió al carro y compuso las recordadas La vuelta al mundo de Willy Fog o Las mil y una Américas, e incluso El Último de la fila llegó a componer algunas canciones de la Banda sonora de Daniel el travieso.

Hubo muchos más compositores, que por el hacer de la época, quedaron en el anonimato, considerados simples artesanos de la música. Pero siempre recordaremos los grandes momentos que nos hicieron pasara sentados delante de la mal llamada, caja tonta.


Los Dibujos de nuestra infancia:


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